POR ALFONZO SALAZAR: Otro caso que involucra a pilotos de la aerolínea Faucett Perú con el fenómeno Ovni, ocurrió el 2 de febrero de 1966, en ese entonces el capitán Oswaldo Sanvitti, es piloto de la Fuerza Aérea Italiana durante la Segunda Guerra Mundial, pilotaba un DC-4 en la ruta Chiclayo-Lima. Volaba a una altura de 7 mil pies de altura y a una velocidad de 320 kilómetros por hora. El reloj marcaba las 7 y 30 de la tarde, cuando el Ingeniero de vuelo, Solari, y el co piloto Saavedra, divisaron una luz azul y blanca al oeste, a la derecha del avión. Repentinamente, aquel objeto comenzó a acercarse rápidamente a la aeronave, que en ese momento se encontraba volando sobre el mar.
Según los testimonios recogidos por Richard Greenwell, el objeto parecía tener una forma elíptica, con la parte superior de color blanco fluorescente, debajo era azul, cambiando de vez en cuando a amarillo, sobre todo cuando el objeto se encontraba en movimiento, también dejaba una estela naranja tras sí cuando realizaba algún movimiento. Según el capitán Sanvitti, el objeto parecía estar a uno kilómetros del avión, sin embargo, por precaución el piloto decidió comunicarse con la torre de control del Aeropuerto Internacional de Lima, pero la radio estaba inutilizable. Sanvitti cuenta que había estática en todas las frecuencias, es más, relata que antes de notar la presencia de aquel objeto, la brújula había realizado un giro de 30 grados fuera de su sitio normal, lo que le obligó al capitán acercarse nuevamente a la costa para retomar el rumbo hacia la capital.
Tanto la radio como la brújula estaban inutilizables, lo que podía poner el riesgo a los tripulantes del vuelo.
Lo curioso de este caso o quizá lo más impactante, fue justamente, que los propios pasajeros pudieron observar el fenómeno. Muchos de ellos comenzaron a gritar “platillo volador” durante el vuelo. Luego de unos momentos, aquel ovni se elevó y se colocó encima del DC-4, manteniendo esa posición unos 10 minutos, luego bajó al lado izquierdo del aparato y se mantuvo en esa posición unos 15 minutos más para finalmente desplazarse a una gran velocidad hacia la cordillera de los Andes. Al desaparecer el ovni, el capitán notó que los instrumentos, tanto la radio como la brújula, volvieron a funcionar y pudo comunicarse con la torre de control del aeropuerto de Lima y les narró lo sucedido.
No pasó lo peor
Sin embargo, cuando pensaron que lo peor había pasado, el objeto no identificado, luego de diez minutos de su desaparición volvió nuevamente a perseguir al avión, pero esta vez no estaba solo, sino que estaba acompañado de otro objeto volador más. Regresaron por el lado izquierdo de la aeronave, uno quedándose al lado mismo de la nave y otro, un poco más atrás, como si estuviera escoltándolo. En esta oportunidad, los instrumentos de navegación, así como la radio, funcionaban correctamente, por ello el capitán Sanvitti, cogió la radio y se comunicó nuevamente con Lima, y desde allí le confirmaron que no existía ninguna aeronave volando en el área del DC-4, diez minutos después de esta comunicación, los objetos desaparecieron nuevamente hacia la cordillera, justo cuando en el aeropuerto de Lima, ya se habían preparado incluso cámaras fotográficas para hacer el registro de estos hechos ya que el avión estaba próximo a aterrizar.
Sobre lo vivido en esa oportunidad, el capitán Sanvitti comentó lo siguiente: “Al comienzo no quise revelar mi observación porque pensé que quizá se trataba de un planeta, ¡Pero el planeta se estaba poniendo ya muy cerca!”.
FUENTE: ALFOZNO SALAZAR
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