
La Universidad de Montreal identifica oscilaciones generadas en el hipocampo
Podría haber vida más allá de un encefalograma plano? Se considera que hay muerte cerebral cuando una persona deja de respirar de forma permanente, el corazón deja de latir y cesan todas las funciones del cerebro. Esas funciones se determinan, entre otras pruebas, con un electroencefalograma. Si la prueba muestra una línea plana indicaría que no hay ni actividad cerebral ni posibilidad de vida. Pero un equipo de investigadores de la Universidad de Montreal, en Canadá, ha logrado identificar actividad cerebral más allá de esa línea «plana».
El hallazgo, que se publica en la revista «PLOS ONE», muestra una nueva frontera que podría cuestionar los criterios actuales para diagnosticar la muerte cerebral y la situación de las personas en coma profundo. A esa nueva forma de actividad cerebral el grupo de la Universidad canadiense lo ha llamado «Nu-complejos» por la letra griega Nu, que en física (y en otros campos), representa la frecuencia de una onda.
Fenómenos «difíciles de explicar»
El estudio se ha realizado en la Universidad canadiense, pero la pista la dio un médico rumano que observó «fenómenos difíciles de explicar» en el electroencefalograma de un paciente en coma. Su estado era de coma profundo, provocado por un potente medicamento antiepiléptico que se había tomado. «Con este caso, nos dimos cuenta de que había actividad cerebral en ese paciente, algo desconocido hasta la fecha».
Después, el grupo de Florin Amzica recreó el mismo estado en gatos, el modelo animal de elección para estudios neurológicos. Indujeron el coma con un medicamento anestésico muy potente para dejar a los animales en un estado profundo de coma pero reversible. Volvieron a comprobar que había actividad en todos los gatos tratados al detectar oscilaciones generadas en el hipocampo, la zona del cerebro responsable de los procesos de aprendizaje y memoria. Esas oscilaciones, similares a las detectadas en el paciente, se transmitían a la corteza cerebral y nunca se habían detectado antes.
Desconectar o no desconectar
Este resultado podría cambiar los criterios de muerte cerebral, aunque de momento el doctor Amzica prefiere ser cauto. «Aquellos que han decidido desconectar a un familiar con muerte cerebral deben estar tranquilos con su decisión y la recomendación de su médico. Los criterios actuales para diagnosticar la muerte cerebral son muy estrictos. Nuestro hallazgo tal vez pueda influir a largo plazo, pero hoy estamos lejos de ese momento», asegura.
El autor principal de la investigación advierte que el aspecto más interesante de su trabajo es otro. En su opinión, lo más relevante es el potencial terapéutico que se abre. El estudio ofrece nuevas claves para conseguir una mejor neuroprotección en las personas que padecen una lesión grave cerebral, por ejemplo, tras un traumatismo.
Los médicos suelen inducir deliberadamente el coma para proteger su cerebro. Amizca cree que el tipo de coma utilizado con los gatos puede ser una mejor opción porque permite cierta actividad cerebral. De esta manera, se impediría que el cerebro experimente cierta atrofia por permanecer inactivo durante un periodo prolongado.
FUENTE: ABC.ES
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