Los físicos Arno Penzias y Robert Wilson descubrieron por casualidad en 1964 la radiación del fondo cósmico de microondas, el resplandor del comienzo del Universo, un evento del que cada vez sabemos más detalles pero que aún está rodeado de misterios. Aquí te explicamos algunos de ellos
La mayoría de la comunidad científica acepta la teoría del universo inflacionario. El cosmos -y con él el espacio y el tiempo-, surgió hace 13.820 millones de años -la edad estimada con los últimos datos obtenidos por la sonda Planck de la Agencia Espacial Europea (ESA)- en un punto de densidad infinita que se expandió de forma extremadamente rápida durante una fracción de segundo, el Big Bang o gran explosión. Desde entonces ha continuado expandiéndose mucho más lentamente, un tiempo durante el cual han ido surgiendo galaxias, estrellas, planetas y, finalmente, los seres humanos.
En el principio, el Universo estaba en un estado de plasma tan caliente que la luz no podía atravesarlo. Unos 380.000 años más tarde, se enfrió lo suficiente como para hacerse transparente y permitir el paso de la luz. Aquella primera luz imprimió en el cielo un retrato del universo en pañales que se conoce como radiación cósmica de fondo de microondas.
Sin embargo, algunos cosmólogos mantienen teorías alternativas sobre el nacimiento del Universo, todas ellas muy polémicas. Por ejemplo, Roger Penrose, brillante físico de la Universidad de Oxford, anunció hace cuatro años que podía haber detectado señales de la existencia de otro universo previo al Big Bang. En los datos del satélite WMAP, observó ciertos patrones circulares que aparecen en el fondo de microondas cósmico y que sugieren que nuestro universo existe en un ciclo continuo de «rebotes» que él llama «eones». Hubo unos antes del Big Bang y habrá otros después. La propuesta de Penrose fue atacada con fuerza por sus colegas, que la consideraron «trivial».
FUENTE: ABC.ES
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