Un debate que está más allá de las investigaciones científicas y técnicas de esta Comisión que fue pionera en Latinoamérica
Cientos, miles de avistamientos de objetos en el cielo, luminosos, ovales, circulares, veloces, experiencias de infinidad de pilotos de aviones que se tornaban inexplicables dispararon la formación de un organismo a nivel nacional, orgullo de la Fuerza Aérea Uruguaya que funciona desde agosto de 1979. Se trata de Cridovni, Comisión Receptora e Investigadora de Denuncias de Objetos Voladores No Identificados, que más allá de mantener vinculación con organizaciones civiles dedicadas a la misma actividad, su tarea es recibir, estudiar y evaluar todas las denuncias de avistamientos de ovnis en el espacio aéreo nacional.
“No hay evidencia concreta de que todos estos fenómenos respondan a vida extraterrestre. A la hora de investigar hay un gran abanico de posibilidades porque de pronto no es vida extraterrestre sino que es vida inteligente que está oculta en algún océano o bajo las montañas. Una súper civilización que pudo haber existido miles de años antes que la nuestra y mantenerse oculta quién sabe por qué y manifestarse en este tipo de objetos que se ven en el cielo. No todas las hipótesis tienen que apuntar a lo extraterrestres, pueden ser intraterrestres…Y hay algunos que hasta manejan que son viajeros del tiempo”, dijo a LA REPÚBLICA Ariel Sánchez, coronel de la Fuerza Aérea y director técnico de la Cridovni, abriendo aún más la brecha que origina el debate sobre la veracidad de estos fenómenos.
En aquel lejano 1979 se crea una comisión para investigar esos casos, integrada por tres oficiales y se invitó a grupos civiles de investigación OVNI para participar de la misma habida cuenta de la experiencia, logrando conformarse un grupo de casi 30 personas. En la actualidad la Comisión, que mantiene su calidad de honoraria, tiene un staff de 20 personas, la mitad son civiles, algunos militares retirados que estuvieron en la comisión y otros que están en actividad.
Sánchez dice que el tema denuncias de estos fenómenos es permanente tanto de parte de la gente común que no tiene actividades relacionadas a la aeronáutica como también de pilotos, controladores aéreos y observadores meteorológicos.
“No elaboramos teorías, solo perfil técnico y científico”
“Nosotros tomamos las denuncias y les damos trámite. Tenemos unas 1.300 denuncias investigadas, que no quiere decir que no haya más denuncias, sino que muchas tienen pocos elementos de análisis y no alientan una investigación. Nosotros no elaboramos teorías ni vamos a lo místico, sino que las denuncias las manejamos de acuerdo a un perfil técnico y científico, dentro de lo posible, de lo que tiene explicación en definitiva”.
Por eso sostiene que cuando alguien le acerca una fotografia o un video en el que aparece un fenómeno extraño, igualmente no se transforma en investigación porque no tiene elementos suficientes. Y explica que la fotografía digital “es muy sensible y capta de pronto un insecto que pasa delante de la cámara sin ser visto o en el cielo algún ave, o mismo efecto del sol, sin que haya sido advertido antes. Después cuando ven la fotografía aparecen situaciones que generan que nos envíen ese material en el que aparece un objeto extraño. O sea, estudiamos denuncias, no fotografías ni videos, sino que el testimonio incluso está por encima de ello. Nosotros respondemos en general todas las denuncias, pero aquellas a las que no podemos dar respuesta quedan calificadas como OVNI y se mantienen a la espera de más elementos…”
“1.300 casos investigados, 40 sin explicación”
Dice que en 35 años de trabajo llevan unos 1.300 casos investigados y un 3%, unos 40 casos, no tienen una explicación lógica al conocimiento aeronáutico y además poseen particularidades extrañas como por ejemplo objetos con forma de platos, con velocidades que exceden la de cualquier aeronave, o virajes inusuales en la aeronáutica, colores que manifiestan hasta cambiar los mismos al acelerar en el aire.
Se maneja cierto nivel de extrañeza a la hora del análisis, son casos inusuales, por lo que “hemos desarrollados una tabla de evaluación, un sistema que ha sido adoptado posteriormente por diversos países como Argentina, Chile, Perú, Ecuador, que desde 1997 han creado comisiones oficiales similares a la nuestra, por lo que dejamos de ser los únicos en Latinoamérica pero fuimos los primeros. Incluso a nivel mundial muchos fueron creándose después que nosotros por lo que no estuvimos tan errados cuando decidimos crear esta comisión”, sostiene Sánchez.
Mirando el cielo
Los lugares donde se registraron más denuncias de avistamientos son los departamentos de Durazno, Salto, Flores, Lavalleja, pero por la densidad demográfica también Montevideo, Maldonado y Canelones.
Velocidad extrema y hoyos inexplicables en el suelo
“Hace ya muchos años dos aviones intentaron interceptar un objeto volador en Durazno, sobre la represa de Rincón del Bonete. Pero tras varios intentos, cuando se acercaban y parecían alcanzarlo la velocidad que imprimía el objeto hacía imposible seguirlo…También en Durazno un día recibimos la denuncia de que un objeto había dejado ocho agujeros en la tierra, distorsionando los valores químicos de la tierra en esos hoyos, ya que encontramos tras las muestras manganeso, fósforo, zinc en valores muy diferentes a lo normal”.
¿Respuesta agresiva de un OVNI?
“Por el año 1975/76 un avión Fairchild que venía de Asunción a Montevideo, durante el viaje por mucho tiempo tuvo el acompañamiento de un objeto que se había puesto a unos 1.000 metros del ala izquierda. Tras consultar a los controles aéreos y no tener información al respecto, los pilotos para ver si respondían a las señales prendieron las luces de aterrizaje.
El objeto se les vino encima quedando muy cerca del ala cuando comenzaron a sentir un recalentamiento de luces y olor a quemado en la cabina, optando por apagarlas. El objeto volvió a su posición original y, tras acompañarlos durante otro rato, desapareció…
FUENTE: http://www.republica.com.uy/
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