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España busca nuevos mundos habitables


Una empresa española construirá el satélite Cheops de la Agencia Espacial Europea que será lanzado en 2017 y observará planetas que orbitan alrededor de estrellas diferentes al Sol

Cheops, de las siglas en inglés «Satélite para la Caracterización de Exoplanetas», es también un guiño a una de las siete maravillas del mundo: la pirámide de Keops. El nombre con que han bautizado al satélite, que será lanzado en diciembre de 2017 para buscar planetas que orbiten estrellas diferentes a nuestro Sol (de ahí el nombre «exoplaneta»), es un homenaje al Antiguo Egipto y a su predilección por la astronomía. Hoy, como ayer, miramos al cielo y seguimos haciéndonos las mismas preguntas: ¿Estamos solos en el universo? ¿Hay vida en los planetas de otras galaxias?

Estas son las preguntas que se van a intentar responder con la primera «pequeña misión» de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), que contará con una compañía española como principal contratista: la empresa Airbus Defense and Space España se encargará de fabricar el satélite. «Significa mucho para la tecnología española, el hecho de haber ganado una competición abierta a nivel europeo es señal de que nuestra tecnología está a la altura de los grandes países fabricantes de satélites», asegura Andrés Borges, jefe de programa de Cheops de Airbus Defense and Space España.

Cheops viajará de pasajero a una altura de 800 kilómetros en un lanzador Vega o Soyuz (está aún por determinar) y partirá desde Kourou, en la Guayana Francesa. Pero, ¿cómo hará para buscar vida? En nuestro sistema solar tenemos el Sol y ocho planetas orbitando a su alrededor, pero también existen otros sistemas planetarios en galaxias diferentes a la nuestra, la Vía Láctea. Cheops buscará un catálogo de exoplanetas, es decir, planetas que orbiten estrellas diferentes al Sol pero con características similares a este, es decir, que generen calor y luz capaces de permitir vida.

Una «cámara digital»
¿Y cómo conseguirá Cheops semejante desafío? «Es una especie de “cámara digital”, pero no al uso, es decir, no se sacará una instantánea de lo que se observe, porque lo que queremos “fotografiar” está a millones de kilómetros. Por lo tanto, las conclusiones se obtendrán del estudio de los “tránsitos”, es decir, la breve disminución del brillo de una estrella cuando el planeta que la orbita cruza nuestra línea de visión», explica Borges. Como resultado de estas observaciones se podrá identificar a los planetas y caracterizarlos: tamaño, densidad, tipo de superficie, etc.

«Cheops es un observatorio fotométrico de alta precisión que puede apuntar a prácticamente cualquier punto del firmamento. Se utilizará para estudiar los tránsitos en estrellas brillantes en las que ya se sabe que existe un sistema planetario», explica Billy Benz, investigador principal del proyecto, en declaraciones difundidas por la ESA. «Al saber hacia dónde mirar y en qué momento, Cheops es el instrumento más eficaz para detectar tránsitos poco profundos».

Esta misión es la primera de la Agencia Espacial Europea en la categoría de «pequeña misión». Existen tres rangos: las grandes, que cuestan miles de millones de euros, como la sonda espacial GAIA; las medianas, de cientos de millones y, por último, las pequeñas, aquellas que cuestan menos de 100 millones. Este es un proyecto piloto de misión pequeña y costará 50 millones.

Ciencia con imaginación
«Se trata de hacer ciencia con poco presupuesto, a veces, es solo una cuestión de imaginación y de usar bien los recursos», concluye Borges. La imaginación corrió en este caso a cargo de la Universidad de Berna, en Suiza, cuya idea fue seleccionada por la Agencia Espacial Europea entre 26 propuestas en respuesta a una convocatoria para pequeñas misiones. Suiza lidera el consorcio formado por once estados miembros y en el que participa España desempeñando un papel primordial. «Nuestro país es responsable de todo el satélite y coordinará los dos elementos esenciales que lo conforman: el llamado “segmento vuelo”, que es el satélite propiamente dicho y el “segmento terreno”, que es el centro de control», apunta Borges. Airbus Defense and Space España ha ganado una competencia con cinco empresas y ha llegado a la «final» con Surrey Satellite Technology, una importante compañía inglesa. «Compitiendo en un mercado libre hemos batido a un competidor muy duro, esto significa que incluso en épocas duras la empresa española compite y puede ganar».

Centro de control español
Nuestro país estará presente también en el centro de control, encargado de darle órdenes al aparato y recibir sus datos. Posiblemente sea el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), en Torrejón de Ardoz, el elegido para darle órdenes a Cheops.

«Es un elemento crucial de la misión», señala una portavoz del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), organismo que financiará el centro de operaciones. El CDTI representa junto con el Ministerio de Industria a nuestro país en la Agencia Espacial Europea y ha apostado por la misión cuando supo que una empresa española estaría como contratista principal. «Nuestro interés se produce porque Airbus ganó el contrato y ello le da una impronta española».

Misión «atractiva»
Desde el CDTI consideran además que se trata de una misión «atractiva» por ser un caso piloto de la Agencia Europea, «que se ajusta mucho mejor al tamaño y a las posibilidades financieras de España». El CDTI evalúa utilizar para Cheops el centro de control (también en INTA) que ahora se está desarrollando para el SeoSat/Ingenio, un satélite artificial de observación terrestre que proporcionará imágenes ópticas multiespectrales de alta resolución.

Desde el organismo reconocen que tienen poco presupuesto pero siguen adelante. «Notamos mejora, con la crisis hubiéramos buscado alternativas menos costosas, ahora hacemos una inversión pequeña, pero no deja de ser una inversión».

FUENTE: ABC.ES

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