Dos daneses lanzaron exitosamente la cápsula de nueve metros de largo a una altura de 16 kilómetros.
Dos daneses lanzaron exitosamente un cohete de fabricación casera de nueve metros de largo sobre el Mar Báltico.
Peter Madsen y Kristian von Bengtson lanzaron el cohete desde una barcaza cerca de la isla danesa de Bornholm el viernes por la tarde con un cielo despejado, proeza que fue transmitida en directo por la televisión danesa.
Los miembros del equipo, que se hacen llamar los Copenhaguen Suborbitals, observaron el despegue en silencio y después explotaron en júbilo y comenzaron a abrazarse unos a otros.
"Fue un vuelo fantástico", dijo Madsen después que el cohete despegó tras un fallo inicial de arranque.
"La alegría fue inmensa. Vi la rampa de lanzamiento y me di cuenta de que había despegado".
Su objetivo era que el prototipo de 1.6 toneladas alcanzara una altura de 16 kilómetros, aunque siguen recopilando datos del lanzamiento.
Fue la segunda vez que los ingenieros aficionados intentaron lanzar un cohete después que un fusible defectuoso hizo que fracasara su experimento de septiembre.
Ambos esperan que un día puedan embarcar a una persona en el vehículo.
El equipo recuperó el cohete casi intacto en el mar. "Solo nos falta la tapa", dijo von Bengtson.
La Marina danesa le permitió al equipo usar una zona de prueba militar donde anclaron su barcaza a unos 30 kilómetros al este del puerto de Nexoe.
La cápsula con el maniquí descendió, pero los paracaídas no se abrieron bien.
"Tuvimos algunos problemas de recuperación con los paracaídas," dijo Von Bengtson.
El proyecto es financiado por patrocinadores privados, entre los que se encuentran la automotriz sueca Koenigsegg.
FUENTE: sma
Dos daneses lanzaron exitosamente un cohete de fabricación casera de nueve metros de largo sobre el Mar Báltico.
Peter Madsen y Kristian von Bengtson lanzaron el cohete desde una barcaza cerca de la isla danesa de Bornholm el viernes por la tarde con un cielo despejado, proeza que fue transmitida en directo por la televisión danesa.
Los miembros del equipo, que se hacen llamar los Copenhaguen Suborbitals, observaron el despegue en silencio y después explotaron en júbilo y comenzaron a abrazarse unos a otros.
"Fue un vuelo fantástico", dijo Madsen después que el cohete despegó tras un fallo inicial de arranque.
"La alegría fue inmensa. Vi la rampa de lanzamiento y me di cuenta de que había despegado".
Su objetivo era que el prototipo de 1.6 toneladas alcanzara una altura de 16 kilómetros, aunque siguen recopilando datos del lanzamiento.
Fue la segunda vez que los ingenieros aficionados intentaron lanzar un cohete después que un fusible defectuoso hizo que fracasara su experimento de septiembre.
Ambos esperan que un día puedan embarcar a una persona en el vehículo.
El equipo recuperó el cohete casi intacto en el mar. "Solo nos falta la tapa", dijo von Bengtson.
La Marina danesa le permitió al equipo usar una zona de prueba militar donde anclaron su barcaza a unos 30 kilómetros al este del puerto de Nexoe.
La cápsula con el maniquí descendió, pero los paracaídas no se abrieron bien.
"Tuvimos algunos problemas de recuperación con los paracaídas," dijo Von Bengtson.
El proyecto es financiado por patrocinadores privados, entre los que se encuentran la automotriz sueca Koenigsegg.
FUENTE: sma
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