
«Simonkolita», mineral encontrado en restos de herramientas de minería en Arizona (Estados Unidos) - RRUFF
Las fábricas, minas y hasta yacimientos arqueológicos han producido el 4% de todas las sustancias artificiales conocidas en apenas 300 años, un suspiro en la escala geológica del tiempo
La industrialización y la actividad humana han destruido tantas especies y ecosistemas que se cree que estamos a las puertas del sexto evento de extinción masiva, después del causado por el asteroide que acabó con los dinosaurios. Los hombres han contaminado la atmósfera y han alterado el clima. Los metales pesados, los pesticidas y el plástico producidos por él serán un problema durante generaciones. Por todo esto, cada vez más científicos creen que la huella del humano es tan profunda que se puede decir que la Tierra atraviesa una nueva era geológica: el Antropoceno.
Geólogos de la Institución Carnegie para la Ciencia han encontrado otra prueba de que el Antropoceno es una realidad. En un estudio plubicado este miércoles en «American Mineralogist» ha identificado por primera vez cuál es la huella humana sobre los minerales: sustancias sólidas e inorgánicas, de estructura cristalina y composición definida que normalmente son producidos de forma natural. Después de tener en cuenta muestras procedentes de tuberías, minas, accidentes nucleares o altos hornos, han identificado un total de 208 tipos de minerales de origen artificial. Forman el 4 por ciento de todos los que se conocen, y sitúan al hombre como la fuerza que mayor impacto ha tenido sobre ellos en los últimos 2.200 millones de años.

«Abhurita», un mineral hallado en el naufragio del SS Cheerful (a 14 millas de Cornwall, Inglaterra)- RRUFF
Para encontrar un cambio más drástico en la historia de la Tierra hay que remontarse a hace más de 2.200 millones de años, cuando el planeta esta inmerso en la «Gran Oxidación». Por entonces, las cianobacterias, pequeñas células capaces de hacer la fotosíntesis, producían inmensas cantidades de oxígeno. Lo hicieron con tanto éxito, que llenaron la atmósfera de oxígeno (gracias a eso hoy en día compone el 18 por ciento de ella) y por eso favorecieron que luego aparecieran criaturas capaces de respirar esta molécula, como los animales. Pero al mismo tiempo, el oxígeno permitió la formación de las dos terceras partes de los 5.200 tipos de minerales que existen hoy en día, según la Asociación Internacional de Mineralogía (IMA).
Producción explosiva de minerales
Entre todos estos, 208 son de origen humano. Se caracterizan por haber sido producidos en apenas 300 años, un suspiro en la escala geológica del tiempo. Tal como ha explicado en un comunicado Robert Hazen, comparar los 2.200 millones de años en los que aparecieron la mayoría de los minerales con los 300 años es como comparar un mes con lo que dura un parpadeo.

Mineral artificial de «metamunirita»- RRUFF
«Para decirlo claramente, vivimos en una era única de diversificación de compuestos inorgánicos», ha dicho Hazen. «Si la Gran Oxidación, hace eones, fue como un momento en el que la naturaleza "puntuó" la historia de la Tierra, el impacto rápido y extenso del Antropoceno es como un signo de exclamación».
La mayoría de los minerales identificados y atribuidos al humano están relacionados con la minería: en escombreras de minerales, paredes de túneles, incendios de minas. Es el caso de la «wheatleyita», la «canavesita», la Otros han sido encontrados en paredes de altos hornos o tuberías geotermales.
Minerales creados en museos
En general, los científicos los han clasificado en varias categorías en función de su origen. Algunos son producidos de forma intencionada, para construir láseres, chips, imanes, piezas, ladrillos, porcelanas o cemento. En otros casos, se forman por accidente, por ejemplo en muros y pozos de minas.
Los casos más curiosos son los de los minerales hallados en un naufragio de Túnez, en restos arqueológicos de Egipto («chalconatronita») y Canadá, o el de cuatro minerales encontrados en enterramientos prehistóricos de Austria. Incluso hay un mineral asociado con los armarios de museos: la «calclacita», y otro producido durante al accidente nuclear de Chernóbil: la chernobilita.

«Chalconatronita», hallado en restos arqueológicos- RRUFF
Aparte de estos, el hombre también puede alterar el mundo mineral por el simple hecho de mover de sitio las ingentes cantidades de rocas y sedimentos que necesita para construir edificios, carretereas o simplemente extraer combustible. Algunos minerales muy preciados, como los diamantes, rubíes o el oro, también han sido alterados porque han sido extraídos y almacenados en ciertos lugares.
Pero estos investigadores creen que hay muchos más aparte de estos 208 minerales artificiales. «Debe de haber cientos de minerales sin reconocer en minas, hornos, edificios abandonados, o en vertederos, donde baterías o electrodométicos quedan expuestos al medio ambiente», ha dicho Robert Downs, investigador en la Universidad de Arizona y coautor del estudio.
Edward Grew, otro de los coautores, ha explicado que todos estos minerales artificiales quedarán preservados en el registro geológico como «una marca distintiva y global de nuestra época».
Actualmente, se considera que la Tierra está atravesando el Holoceno, una era que comenzó hace 11.500 años cuando acabó el último periodo glaciar. Pero, como las eras geológicas se establecen cuando se encuentran cambios drásticos y característicos en las rocas y sedimentos, en agosto de 2016 el Grupo de Trabajo del Antropoceno recomendó marcar el comienzo de una nueva era geológica, el Antropoceno, en el Congreso Internacional de Geología. Pasarán años hasta que se tome una decisión definitiva, pero la huella humana cada vez es más profunda.
FUENTE: ABC.ES
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