Ir al contenido principal

¿Hemos detectado el sistema que impulsa a las naves alienígenas?


Así harían funcionar los aliens sus naves interestelares - M. Weiss/CfA

Investigadores del Instituto Harvard -Smithsonian creen que los destellos rápidos de radio, o FRBs, pueden estar causados por tecnología extraterrestre.

Los Fast Radio Burst (FRBs o destellos rápidos de radio) están entre las señales más misteriosas de todo el Universo. Se trata de fenómenos astrofísicos de muy alta energía, que se manifiestan como brevísimos pulsos de radio, de apenas unos pocos milisegundos de duración pero increíblemente brillantes y cuyo origen se encuentra fuera de nuestra propia galaxia. Ahora, un equipo de investigadores se pregunta si esos destellos podrían estar siendo emitidos por civilizaciones extraterrestres.

En un artículo recién aparecido en arxiv.org, Manasvi Lingam y Abraham Loeb, dos astrofísicos del centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, exploran la posibilidad de que los FRBs estén siendo causados por la actividad de civilizaciones extragalácticas. "Nuestros análisis -reza el artículo- muestran que los haces utilizados para impulsar grandes velas espaciales podrían producir parámetros que son consistentes con los FRBs". En otras palabras, los breves e intensos destellos percibidos desde la Tierra podrían deberse a una tecnología alienígena avanzada. Y, en concreto, podría tratarse de "fugas" de gigantescos transmisores (de tamaño planetario) con los que esas civilizaciones impulsan sondas interestelares en sus viajes a través de galaxias lejanas.

Recordemos que un sistema muy parecido ha sido propuesto aquí, en la Tierra, por un equipo de científicos en el que se encuentra Stephen Hawking (Proyecto Starshot), para enviar una flotilla de minúsculas naves a vela impulsadas por laser a la estrella Próxima Centauri. Las mininaves podrían alcanzar de esta forma una velocidad del 20% de la de la luz.

"Dada su corta duración y la gran distancia de la que proceden -explica Loeb- Los FRBs son mucho más brillantes de lo que deberían, y no hemos conseguido hasta ahora identificar una posible fuente natural que resulte fiable. Por eso merece la pena considerar, y verificar, un posible origen artificial".

Los primeros destellos rápidos de radio se descubrieron en 2007, y hasta ahora el número de FRBs detectados por grandes telescopios como el Observatorio Parkes, en Australia, o el de Arecibo, en Puerto Rico, no llega a las dos docenas. Sin embargo, se sabe que proceden de galaxias muy distantes, a miles de millones de años luz de nuestra Vía Láctea.

Dos veces mayor que la Tierra
En su estudio, Loeb y Lingam examinan si sería factible construir un transmisor de radio lo suficientemente potente como para ser detectado a una distancia tan inmensa. Y han encontrado que, si el transmisor estuviera alimentado por energía solar, la luz del sol que iluminara un artefacto dos veces mayor que la Tierra sería suficiente para generar la energía necesaria. Por supuesto, un proyecto de construcción de esa envergadura está muy lejos de nuestras capacidades tecnológicas, aunque resultaría posible según las leyes de la física.

Los investigadores consideraron también si un transmisor así sería viable desde el punto de vista de la ingeniería, o si las enormes cantidades de energía involucradas teminarían por fundir cualquier estructura subyacente. Y una vez más, hallaron que un dispositivo con un tamaño de dos veces el de la Tierra podría soportar el calor su estuviera debidamente refrigerado por agua.

La siguiente pregunta que se hicieron Loeb y Lingam fue la siguiente: ¿Para qué querría alguien construir algo así? Y llegaron a la conclusión de que el uso más plausible de tal poder sería el de impulsar velas ligeras interestelares. De hecho, la cantidad de energía involucrada sería suficiente para impulsar de forma eficiente una carga útil de un millón de toneladas, lo que equivale a veinte veces el peso de los mayores buques de crucero existentes en la Tierra. Baste pensar que la Estación Espacial Internacional (ISS), apenas pesa 420 toneladas...

"Ese tamaño -asegura Lingam- es lo suficientemente grande como para transportar pasajeros a través de distancias interestelares, o incluso intergalácticas":

Para dar energía a las velas, el transmisor debería ser capaz de enfocar continuamente un haz sobre ellas. Algo que, desde la Tierra, sería percibido como un breve destello, ya que tanto la vela, como su planeta, estrella y galaxia anfitriona se están moviendo en relación con nosotros. El rayo emisor estaría barriendo el cielo continuamente para realizar su trabajo y solo apuntaría en nuestra dirección durante un breve instante. Por eso, las apariciones repetidas del haz que hemos observado no pueden ser explicadas por eventos catastróficos de origen natural, pero sí si consideramos su posible origen artificial.

Por supuesto, Loeb admite que su trabajo es una simple especulación, y cuándo se le pregunta si realmente cree que los FRBs se deben a los aliens, responde que "En ciencia, no es una cuestión de creencias, sino de evidencias. Decidir antes de tiempo lo que es probable no hace más que limitar las posibilidades. Por eso vale la pena sembrar nuevas ideas, y dejar que sean los datos los que juzguen".

Es decir, que por el momento no hay extraterrestres confirmados, ya que el estudio no es más que una forma de explicar algo que hasta el momento ha escapado a nuestra comprensión. En la investigación, de hecho, no se dice en ningún momento que nadie haya demostrado que alguna civilización alienígena sea la responsable de los FRBs, sino que adopta ese hipotético escenario como punto de partida y, a partir de ahí, se desarrolla la cuestión para averiguar si ese escenario es congruente con lo que estamos observando.

El resto dependerá de que en el futuro podamos encontrar y demostrar otros posibles orígenes para los misteriosos FRBs. Hasta entonces, todas las teorías son válidas.

FUENTE: ABC.ES

Comentarios

Entradas más populares de este blog

1978: Comandante de una nave extraterrestre se entrevista con cónsul ecuatoriano

A nivel internacional diversos investigadores se han enfrascado en la elaboración de posibles protocolos para recibir a los extraterrestres, por lo que se estudian varias posibilidades para la entrega de información y de tecnología. Sabemos por las diversas desclasificaciones de documentos OVNI que para los Gobiernos es un tema que en lo público lo ridiculizan, pero en lo privado les preocupa. El caso que más llamó la atención en América del sur y que pone de manifiesto el interés de algunos alienígenas en mantener comunicación con los gobiernos sucedió el 4 de agosto de 1978 a las 18:30 horas en la embajada de Ecuador en Lima, Perú, cuando se presentó el comandante de una nave extraterrestre de nombre Banghu, quien pidió, sin éxito hablar con el representante ecuatoriano. Al día siguiente llegó un “requerimiento secreto” proveniente del Ministerio de Defensa de Ecuador a esa embajada para solicitar el número de tanques de guerra que desembarcarían en el puerto del Callao, el más im

Narciso Genovese: "Yo he estado en Marte"

Nacido en Turín, Italia, en 1911, Narciso Genovese emigra a la república de El Salvador y más tarde se traslada a México donde termina por radicar en la ciudad de Tijuana. Desde mediados de los años cincuenta comienza a publicar libros. Entre sus obras más importantes figuran: "Yo he estado en Marte" (1958) y "La Nueva Aurora" (1970). No hay que olvidar los manifiestos universales que publica en esas fechas como: "Jesucristo Hombre" y "La hecatombe y la paz"., que buscan ser alertas contra la guerra nuclear y la deshumanización de los seres humanos. En 1965, Ruben Vizcaíno Valencia funda la Asociación de Escritores de Baja Califonia e invita a Narciso Genovese a formar parte de ella. Se hace famoso con su obra "Yo he estado en Marte". En la primera edición acepta que su obra es “la cristalización de una fantasía novelesca de ciencia ficción”, pero en 1966, en su segunda edición en español (hay una traducción al alemán de 1964), decl

¿No aparece la Nueva Física? Usemos la fuerza bruta

Simulación de un choque de partículas en el LHC - CERN Los métodos convencionales no han producido ningún descubrimiento desde el hallazgo del bosón de Higgs en 2012. Los físicos del LHC quieren cambiar esta situación José Manuel Nieves @josemnieves Han pasado ya seis años desde el descubrimiento del bosón de Higgs y la Física, desde entonces, parece haber entrado en un incómodo impasse. Tras casi 50 años de búsqueda, el hallazgo en 2012 de la esquiva partícula cuya existencia fue predicha por Peter Higgs en 1964 completó el Modelo Estándar y cerró un capítulo importante en nuestra comprensión de la materia y las leyes que la gobiernan. Pero el Modelo Estándar, la teoría que reúne a todos los componentes de la materia junto a las interacciones a las que están sometidos, deja sin explicar cuestiones importantes, entre ellas la gravedad, cuya partícula asociada, si es que existe, jamás ha sido descubierta, la materia y la energía oscuras o la inexplicable falta de antimateria en