Científicos descubren los restos de cuatro misteriosos individuos de hace 14.000 años con una inusual mezcla de rasgos arcaicos y modernos. Les llaman los «hombres del ciervo rojo»
La investigación aparece publicada en PLoS One y es, cuando menos, desconcertante. Se trata del descubrimiento en cuevas del suroeste de China de unos restos humanos pertenecientes al menos a cuatro individuos con una rara mezcla de características anatómicas arcaicas y modernas. Los científicos australianos y chinos que han estudiado los fósiles creen que puede tratarse de una especie humana previamente desconocida, una especie que compartió espacio con los humanos modernos hace de 14.500 a 11.500 años, un tiempo en el que comenzaban a establecerse en esa zona de Asia las primeras culturas agrícolas. Les llaman los «hombres del ciervo rojo» porque se alimentaban de este animal extinto. Por supuesto, esto es tan solo una atrevida hipótesis de estudio, ya que también podrían ser, algo menos emocionante pero más probable, simplemente seres humanos modernos con rasgos distintos, como ocurre actualmente entre las diferentes etnias mundiales.
El equipo dice haber sido cauto en la clasificación de los fósiles (dientes, cráneos y mandíbulas), debido a su inusual mezcla de características. «Estos nuevos fósiles podrían ser de una especie previamente desconocida, una que sobrevivió hasta el final de la Edad de Hielo hace unos 11.000 años», dice el profesor Darren Curnoe, de la Universidad de Nueva Gales del Sur. «Alternativamente, también podría representar una migración muy temprana y desconocida hasta ahora de los humanos modernos fuera de África, una población que pudo no haber contribuido genéticamente a la gente que vive actualmente».
Los restos de al menos tres individuos fueron hallados por los arqueólogos chinos en Maludong (o Cueva del Ciervo Rojo), cerca de la ciudad de Mencio, en la provincia de Yunnan en 1989. Se quedaron sin estudiar hasta que la investigación se inició en 2008, con la participación de científicos de seis instituciones australianas y cinco chinas. Un geólogo chino encontró un cuarto esqueleto parcial en 1979 en una cueva cerca del pueblo de Longlin, en la vecina región de Guangxi Zhuang. Los restos se quedaron atrapados en un bloque de roca hasta 2009, cuando el equipo internacional removió y reconstruyó los fósiles.
Los cráneos y dientes de Maludong y Longlin son muy similares entre sí y muestran una rara mezcla de rasgos anatómicos arcaicos y modernos, así como algunas características nunca antes vistas. Estas mezclas se encuentran, por ejemplo, en la región supraorbital, la fosa mandibular y el esqueleto facial. Los científicos llaman a estos individuos los «hombres del ciervo rojo», porque cazaban una especie de ciervo ya extinguida y la cocinaban en la cueva de Maludong. José María Bermúdez de Castro, codirector de Atapuerca, no cree que nos encontremos ante una nueva especie. «El trabajo es excelente, pero creo que se trata de homo sapiens con alguna caraterística más primitiva; pero esto es normal, los humanos modernos también las tenemos», explica. Entre esos rasgos que sí le han sorprendido se encuentra el triángulo retromolar, un hueco entre la muela del juicio y la mandíbula que caracterizaba a los neandertales. Sin embargo, cree que, en realidad, esas diferencias físicas pueden responder a una variabilidad entre etnias. «También nos resultan diferentes los aborígenes australianos, pero, por supuesto, siguen siendo sapiens -señala-, lo que sucede es que China ha sido muy poco explorada por los paleontólogos durante muchos años y es normal que nos dé sorpresas».
Otra historia de Asia
Aunque Asia contiene actualmente más de la mitad de la población mundial, los científicos todavía saben muy poco sobre cómo los humanos modernos evolucionaron allí después de que nuestros antepasados se asentaran en Eurasia hace unos 70.000 años. Hasta hace poco, la atención científica sobre los orígenes humanos se había centrado en gran medida de Europa y África. En el continente asiático, la falta de fósiles y una mala datación de los ya encontrados obstaculizaban los esfuerzos.
Hasta ahora, ningún fósil de menos de 100.000 años de antigüedad había sido encontrado en la parte continental de Asia Oriental que se asemejara a cualquier otra especie que no fuera la nuestra (Homo sapiens). Esto indica que la región había estado vacía de nuestros primos evolutivos cuando los primeros humanos modernos aparecieron. Sin embargo, el nuevo descubrimiento sugiere que esto podría no haber sido así después de todo.
En la última década, se han encontrado en Asia el enigmático Homo floresiensis de Indonesia (conocido como el Hobbit), de 17.000 años de edad y pruebas de mestizaje humano moderno con los antiguos hombres de Denisova de Siberia. Ahora, el descubrimiento de esta «gente del ciervo rojo», dice Curnoe, «abre el siguiente capítulo en la historia de la evolución humana - el capítulo de Asia - y es una historia que acaba de empezar a ser contada».
FUENTE: http://www.abc.es
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