POR SEBASTIAN ARANGUREN:
Un hecho misterioso registrado en un campo cercano a la ciudad de Concepción del Uruguay, en Entre Ríos, que derivó en la muerte de 51 vacunos aparentemente a causa del impacto de una centella, atrae por estos días la atención de investigadores y ufólogos que creen ver en ese episodio una nueva manifestación relacionada con los también misteriosos y hasta el momento inexplicables casos de mutilaciones de animales.
El coordinador de la Red Argentina de Investigación OVNI (RADIO), Luis Burgos, manifestó a EXPEDIENTES SECRETOS que lo ocurrido en Colonia Sesteada, cerca de Concepción del Uruguay, desató la curiosidad de investigadores en el fenómeno a partir de algunas consideraciones que emparentan la muerte masiva del medio centenar de bovinos con los casos que se vienen sucediendo desde hace diez años en distintos campos del país.
Burgos, que coordina la red junto a José Tunich y Bibiana Brison, sostuvo que las versiones iniciales en torno a la mortandad de los animales en un establecimiento rural de la zona situado a unos 17 kilómetros de la localidad de Caseros, con las que se buscó “cerrar” el hecho, fue atribuir el suceso a una centella, es decir un fenómeno meteorológico poco frecuente pero que cuando ocurre electrocuta lo que encuentra a su paso.
Diez años después
El hecho, que trascendió la semana pasada y en el cual el ufólogo entrerriano Daniel Padilla está poniendo la lupa tuvo lugar debajo de una enramada donde aparecieron los cadáveres de los vacunos que al momento de ser hallados llevaban muertos por lo menos más de seis días.
“La primera aproximación que se hizo fue que los animales murieron a causa de una centella que literalmente los electrocutó -planteó Burgos- pero hay indicios para sostener un nuevo caso de mutilación de animales”.
Es que Padilla y otros investigadores que estudian este tipo de casos “reconocen más allá de los signo de electrocución -comentó el coordinador de RADIO- ciertos patrones detectados en otros episodios de vacas mutiladas”. A las incógnitas se le suma que los cuerpos en los días que estuvieron muertos en el cama no fueron atacados por alimañas ni aves carroñeras y que tampoco se quemaron las copas de los árboles secas, como debiera haber ocurrido de haber sido arrasados por por la masa eléctrica.
Para los investigadores que siguen de cerca el caso en el terreno, los “signos similares” que los llevan a relacionar el episodio con otros de esas características que auscultaron en su momento: “un dato aportado por un veterinario les llamó poderosamente la atención: la posibilidad de una centella no es descabellada pero las chances que mate a más de medio centenar de animales es de una en un millón”, indicó Burgos.
En ese sentido, otra de las cuestiones interesantes que presenta el suceso ocurrido en Campo San José es que ocurrió “cuando están por cumplirse diez años del registro de los primeros casos de mutilación de animales en el país”.
La referencia cobra realce si se tiene en cuenta que Burgos es cultor de la Hipótesis Decimal, la que considera que distintos fenómenos OVNI tienen una misteriosa frecuencia de diez años como sucede, sin ir más lejos, con las oleadas de ufos.
“Este caso es un banco de pruebas -puntualizó Burgos- y si bien es cierto que las mutilaciones de animales se repiten esporádicamente en distintos campos, no deja de ser extraño que haya ocurrido ahora, casi diez años después del primer vacuno eviscerado hallado en abril de 2002”.
FUENTE: http://diariopopular.com.ar
Comentarios
Publicar un comentario