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La NASA prepara un «gran final» para destruir su nave de Saturno


Imagen superior de Saturno. En el polo norte puede apreciarse una gran tormenta hexagonal permanente - NASA/JPL-Caltech/Space Science Institute

La sonda Cassini, que ya lleva 12 años explorando Saturno, sus lunas y sus anillos, será engullida por el planeta en septiembre de 2017. Antes enviará datos con un nivel de detalle sin precedentes

La nave Cassini, de la NASA, ha estado cambiando los libros de texto desde hace 12 años. En todo ese tiempo ha investigado la gravedad, la atmósfera y la superficie de Saturno, y ha recorrido sus curiosos anillos y sus lunas; incluyendo a Encélado y a Titán, dos de los potenciales objetivos donde buscar vida extraterrestre en el Sistema Solar. Gracias a ella, los datos vagos y las imágenes difusas han sido sustituidas ahora por impresionantes imágenes y vastos catálogos de datos.

Pero todo llega a su final. El combustible de los cohetes que permiten maniobrar la nave se está agotando, así que los científicos deben acabar la odisea de Cassini, puesto que la normativa les obliga a poner punto y final a las transmisiones para que no siga ocupando su banda de radiofrecuencias. Al igual que ocurrirá próximamente con la misión Rosetta, los ingenieros tratarán de aprovechar el último aliento de su querida nave antes de destruirla.

Cassini tendrá unos buenos fuegos artificiales en su última misión. Todo comenzará en abril de 2017, cuando la NASA comience la «Gran Final», una serie de maniobras que harán que Cassini pase muy cerca de Titán para luego ser absorbida por la inmensa gravedad de Saturno. A lo largo de 22 órbitas la nave se irá acercando inexorablemente a la superficie del gigante gaseoso como nunca antes pudo hacerlo por temor a ser engullida. Después de recoger datos sobre la gravedad, el magnetismo y la atmósfera de Saturno, la nave se sumergirá literalmente en el planeta. El rozamiento de la densa atmósfera la convertirá en una pequeña bola de fuego.

Hasta ese momento final, Cassini mandará datos. Los científicos esperan que pueda ayudar a averiguar cuánto duran realmente los días de Saturno, o cuánto pesan los anillos, para tratar de averiguar de una vez por todas qué edad tienen y cómo se formaron. También tomará muestras de polvo y de gas.

En busca de los anillos
«Es como comenzar una misión nueva», ha dicho en un comunicado Linda Spilker, investigadora de la misión Cassini en el Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena (California). «El valor científico de estas misiones es tan irresistible que perfectamente podrías imaginar que mandaran una nueva misión a Saturno para hacer lo que vamos a hacer nosotros ahora».

Antes de su zambullida definitiva en los gases nocivos de Saturno, Cassini explorará la parte exterior de los anillos principales (los anillos F). Se acercará a unos 7.800 kilómetros del centro del estrecho anillo, para explorar su retorcida estructura: «Durante estas órbitas esperamos ver los anillos, junto a las pequeñas lunas y otras estructuras, como nunca antes hemos podido», ha dicho Spilker.

«La última vez que estuvimos tan cerca fue cuando Cassini llegó, en 2004», ha añadido. Pero entonces solo pudieron ver una franja al contraluz, y ahora tendrán una docena de oportunidades para ver ambos lados con una elevada resolución.

Adiós en septiembre de 2017
La muerte anunciada de Cassini empezó a comienzos de 2016, cuando los ingenieros ajustaron la órbita de la nave con las exiguas reservas de combustible para aumentar la inclinación de su órbita y acercarla al ecuador y a los anillos del planeta.

El final llegará en cerca de un año, alrededor del 15 de septiembre. Cuando Cassini esté siendo engullida por Saturno, mandará un último adiós en forma de datos sobre la composición química de la atmósfera. Después dejará un silencio muy largo hasta que se envíe una próxima misión, sin fecha definida, probablemente para estudiar las lunas potencialmente habitables de Titán o Encélado.

FUENTE: ABC.ES

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